Los agonistas del receptor GLP-1 han demostrado propiedades neurotróficas en modelos experimentales de la enfermedad de Parkinson, y estudios previos sugerían que podrían tener un efecto beneficioso en la progresión de la enfermedad. Un equipo de investigadores ha realizado un ensayo clínico fase 3 para evaluar si el exenatide, un agonista del receptor GLP-1, podría retrasar la progresión de la enfermedad. Los resultados del ensayo clínico se han publicado en la revista The Lancet.
El estudio se realizó en seis hospitales del Reino Unido con 194 participantes diagnosticados con enfermedad de Parkinson en estadios iniciales (Hoehn y Yahr ≤ 2.5). Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a recibir exenatide 2 mg semanalmente o un placebo durante 96 semanas. La progresión de la enfermedad se midió con la puntuación MDS-UPDRS III en estado OFF (sin medicación dopaminérgica).
Los resultados mostraron que, tras 96 semanas, no hubo diferencias significativas entre los grupos: la puntuación aumentó (empeoró) en 5.7 puntos en el grupo de exenatide y en 4.5 puntos en el grupo placebo (p=0.47). Además, la seguridad y tolerabilidad del exenatide fueron similares a las del placebo, sin diferencias en la incidencia de eventos adversos graves.
En conclusión, este estudio no encontró evidencia de que el exenatide modifique la progresión de la enfermedad de Parkinson.